Por Rosa Mª Laviña Bellido, secretaria y Patrona de la Fundación Pedro Zerolo
Ante la celebración en el Senado de una Cumbre de la Extrema Derecha Internacional que va contra los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres la Fundación Pedro Zerolo afirma que el Senado No Debe Ser Plataforma para la Extrema Derecha, ya que esta cumbre es una amenaza a los Derechos Sexuales y Reproductivos de las Mujeres
La realización de una Cumbre de la Extrema Derecha en el Senado de cualquier país y bajo cualquier circunstancia es una amenaza no solo los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, sino también al progreso democrático y social. Las instituciones públicas deben estar de acuerdo con los principios de justicia, igualdad y defensa de los derechos humanos, y no con los que buscan limitaciones y políticas genéricas discriminatorias.
En España está vigente la Ley Orgánica 1/2023, que modifica la Ley Orgánica 2/2010 sobre salud sexual y reproductiva y la interrupción voluntaria del embarazo y que, junto al fallo del Tribunal Constitucional en la sentencia 44/2023, que avala la constitucionalidad de la LO 2/2010 y la Nota Informativa nº 66/2024, emitida por el mismo Tribunal en relación a la desestimación de la inconstitucionalidad de la LO 1/2023, el derecho de las mujeres a la interrupción voluntaria del embarazo en territorio de nuestro país está protegido.
En este sentido, el Senado, sede de la soberanía popular, no debería acoger jornadas que defienden ideologías que imponen restricciones a los Derechos Humanos, específicamente a los Derechos Sexuales y Reproductivos de las mujeres. Por tanto, celebrar una cumbre de extrema derecha en este espacio atentando contra los principios de igualdad de género y de la libertad individual de las mujeres es una quiebra de los principios de igualdad y pluralidad que esta institución representa.
En las últimas décadas, las mujeres hemos luchado por nuestros derechos que nos permiten y garantizan decidir sobre nuestro propio cuerpo, por lo que no debemos permitir ninguna restricción. Por lo tanto, esta jornada representa una amenaza a los derechos fundamentales y promueve pensamientos retrógrados que no avanzan hacia una sociedad inclusiva e igualitaria.
Los derechos sexuales y reproductivos son, ante todo derechos humanos. Negar a las mujeres la posibilidad de decidir sobre nuestros cuerpos no solo pone en peligro nuestra libertad: nos pone en riesgo de pérdida de salud física y mental. La ultraderecha ha sido uno de los defensores de políticas que buscan limitar, cuando no cercenar, las políticas de educación sexual, limitar el derecho al aborto seguro, y eliminar el presupuesto de programas de prevención y anticoncepción familiar. Cualquiera de estas medidas tiene efectos desastrosos, y más en las poblaciones más vulnerables, las mujeres.
El Senado es un lugar de debate, defensa y protección de los derechos humanos. Celebrar un acto que va en contra de estos valores, es brindar un espacio representativo para atentar contra los principios superiores de una sociedad democrática. La extrema derecha ha demostrado, con sus discursos y acciones, que no aboga por los derechos y libertades de todos, sino que busca establecer un modelo de sociedad excluyente y regresivo.
La presidenta de la Fundación Pedro Zerolo, Luisa Estévez, solicita a la mesa del Senado que rectifique su decisión de permitir la celebración de esta cumbre en su sala. El cuerpo de las mujeres es nuestro, solamente nuestro.