Por Rosa Mª Laviña Bellido, Secretaria Fundación Pedro Zerolo
Madrid, 3 de Mayo 2022.- Según el artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos «Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.
En 1993, la Asamblea General de Naciones Unidas declaró el 3 de mayo el Día Mundial de la Libertad de Prensa, para rendir homenaje a todas y todos los que trabajan, tanto dentro como fuera de España, para conseguir unos medios de información independientes, plurales, libres y profesionales, como corresponde a cualquier sociedad democrática.
Según el informe de la UNESCO sobre “Amenazas que silencian: tendencias en la seguridad de los periodistas”, más de 400 periodistas han sido asesinados en el periodo 2016-2020, no podemos olvidar que muchos periodistas tienen que realizar su trabajo en zonas de conflicto y en frentes de guerra, lo que conlleva que sean amenazados, encarcelados, asesinados o torturados solamente por querer ejercer un derecho fundamental: la libertad de prensa. Desgraciadamente el índice de impunidad global sigue siendo muy alto, y siguen sin resolverse casi nueve de cada diez casos (el 87 %) de asesinatos de periodistas.
El tema elegido este año es «Periodismo bajo asedio digital», pone de relieve las múltiples formas en que “los recientes avances en la vigilancia, la inteligencia artificial y la recopilación de big data afectan al periodismo, la libertad de expresión y la privacidad; así como los ataques a los periodistas por medios digitales y las consecuencias de todo ello en la confianza del público en los canales de comunicación digitales”.
Según dicho informe en los últimos años ha aumentado la concienciación mundial sobre las amenazas digitales a las que se enfrentan los y las periodistas. El ciberacoso, la vigilancia masiva y selectiva, la vulnerabilidad del almacenamiento de datos y los ataques digitales (incluida la piratería informática) son algunas de las muchas formas en que se han utilizado las herramientas digitales para poner en peligro la seguridad y la integridad de los periodistas, así como de sus fuentes. Las expresiones de odio contra los periodistas se han disparado y han afectado especialmente a las mujeres periodistas: siete de cada diez reporteras encuestadas han sufrido violencia en línea.
Desde la Fundación Pedro Zerolo nos unimos a las declaraciones de la periodista y premio Nobel de la Paz María Ressa que afirma que “ante la manipulación y puesta en circulación masiva de fake news, necesitamos soluciones globales para los problemas individuales, hay que proteger a la información en la batalla por la verdad”.