Por Rosa Mª Laviña, Secretaria y Patrona de la Fundación Pedro Zerolo
Según los datos de Naciones Unidas más de 70 millones de mujeres, hombres, niños y niñas han tenido que huir de sus hogares abandonando sus países de origen, dejando atrás familia, casas, amistades, trabajo… y huyeron a causa de las guerras, o porque eran perseguidos por razones políticas, sociales, religiosas, étnicas, de género… Una huida en busca de la seguridad y la paz. Se calcula que en el mundo hay 25,9 millones de refugiados y 41,3 millones de desplazados internos
En el Día Mundial de los Refugiados, que se celebra cada 20 de junio, conmemoramos su fuerza, valor y perseverancia por intentar una nueva vida libre de violencia y de miedo, por lo que debemos mostrar todo nuestro apoyo a las familias que se han visto obligadas a huir. Y no olvidemos qué las personas refugiadas no suponen ninguna amenaza, son ellas las que han sido perseguidas y amenazadas y, por ello, como decía Pedro Zerolo “debemos fomentar la sensibilización, acogida y solidaridad hacia las mismas, denunciando también las circunstancias que provocaron su huida”.
Queremos hacer hincapié en las mujeres refugiadas que además de ser perseguidas por los mismos motivos que los hombres: opiniones y creencias, nacionalidad, pertenencia a un grupo o minoría social determinado…, pueden serlo por el simple hecho de ser mujeres. La trata con fines de explotación sexual, la mutilación genital femenina, la violencia sexual, por su orientación sexual o identidad de género, matrimonios forzosos o crímenes de honor son algunos de los muchos motivos por lo que las mujeres deben huir y optar por convertirse en refugiadas, en España la persecución por motivos de género está reconocida como causa de asilo. España es el quinto país de la Unión Europea con mayor número de peticiones de asilo.
Y no podemos olvidarnos de los menores, según UNICEF 28 millones de niñas y niños de todo el mundo han sido víctimas de desplazamientos forzosos a causa de la violencia y la guerra. Millones más huyen de la pobreza extrema y la falta de servicios básicos, como salud o educación.
Para la Fundación Pedro Zerolo la acogida y defensa de las y los refugiados es una cuestión de derechos humanos, como consagra el artículo 14 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos al señalar que: “En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a disfrutar de él, en cualquier país”. No debemos olvidarlo nunca.