Por Rosa Mª Laviña Bellido, Patrona y Secretaria de la Fundación Pedro Zerolo
La Trata de Seres Humanos es la esclavitud del siglo XXI y constituye una violación grave de la dignidad, la libertad de la persona, y una forma de delincuencia grave. Tras el tráfico de armas y de drogas, la trata de seres humanos es uno de los delitos que mueve más dinero en todo el mundo. Es uno de los atentados contra los derechos humanos más terribles, ya que cada vez que ocurre se violan todos los derechos humanos en una misma persona, pervirtiendo no sólo su libertad y dignidad sino también su integridad física y emocional.
El artículo 3 del Protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata define la trata como “la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación. Esa explotación incluirá, como mínimo, la explotación de la prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, los trabajos o servicios forzados, la esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre o la extracción de órganos.”

Y es que los datos son escalofriantes, se calcula que, en el mundo, 21 millones de personas son víctimas de trata y de éstas, 7 millones son menores, niños y niñas. Según datos de Ayuda en Acción, las víctimas de la trata son, en su mayoría, “mujeres mayores de 18 años (49%) y niñas (21%). Los hombres representan el 18% y los niños el 12%. El 79% de las mujeres y niñas víctimas de trata lo son con fines de explotación sexual, mientras que el 83% de los hombres sufren explotación laboral y trabajos forzados”. Pero los datos en España no son mejores, ya que España es país de destino y tránsito para los hombres, mujeres y niños sometidos a trabajo forzoso y esclavitud sexual, cifrándose en más de 45.000 mujeres y niñas las víctimas de la trata en nuestro país.
Sabemos que la trata de personas no es un crimen neutral en términos de género, tal y como afirman los datos anteriormente citados y distintos informes internacionales: “la trata de seres humanos afecta a las mujeres de manera desproporcionada, no sólo por registrar la mayor parte de las víctimas, sino porque las formas de explotación a las que son sometidas suelen ser más severas, especialmente la trata con fines de explotación sexual”.
En este Día Mundial contra la Trata de Personas la Fundación Pedro Zerolo reafirma su compromiso con la defensa de los Derechos Humanos de todas las personas, y hacemos nuestro el compromiso del Secretario de Naciones Unidas que en su mensaje con motivo de este día concluye “reafirmemos nuestro compromiso y nuestro empeño en impedir que los delincuentes exploten a las personas para obtener beneficios y en ayudar a las víctimas a reconstruir su vida”.